Equipos Chicos


Me encanta ser de un equipo chico,
donde las penas se repiten;
 y los logros son fiesta.

Me gusta enfrentar cada domingo,
sin aires victoriosos,
pero con la ilusión intacta.

Me gusta no salir en las noticias de la tele,
así obligarme a prender la radio;
acercarme a mi viejo, y parecerme al abuelo.

Me gusta ser de un equipo chico,
porque cuando voy a la cancha, conozco al vecino del barrio;
y puedo ir a la popular sin tanto miedo.

Porque cada socio nuevo es una victoria,
cada platea nueva un campeonato;
y gastar al clásico rival, la vuelta al mundo.

Me gusta porque aprendemos desde niños,
que los goles son escasos;
y ensayamos el hermoso desafío de ser felices con lo que tenemos.

Porque nos enseña a soñar y despertar,
a caernos y levantarnos,
una y tantas veces;
y eso se parece mucho a la vida...