Por uno nuevo





Un año que traiga
lugares por conocer;
libros por degustar;
personas por descubrir;
caminos por deshacer;
prejuicios por disolver.

Un tiempo nuevo que llueva
caricias para dibujar;
canciones para gritar;
ideas para repensar;
deseos para seguir;
silencios para escuchar;
amigos para reir.

Por días en que soñar no sea utopía;
mentir no sea necesario;
amar no sea trágico;
gozar no sea culposo.

Mañanas donde nos duela
 el hombre viviendo en la calle;
la nena pidiendo en el semáforo;
la cintura mal paga del laburante;
el engaño recurrente del poder.

Un viento que sople
educación pública y gratuita;
libertades y derechos;
abriles y primaveras;
tolerancia y comprensión;
atardeceres y despertares;
mujeres empoderadas.


Darthes, las nadies y las preguntas
















Nos pega, nos interroga, nos sacude, nos muestra una parte de lo que somos y no queremos ver.

La noticia tuvo un impacto no visto antes. Una actriz cuenta como en sus dieciséis años fue abusada por un compañero adulto. Y de repente, nos damos cuenta que ésto sucede, mucho más menudo de lo que creemos. De lo que queremos creer.

Ayer nos golpeó porque vimos una joven famosa denunciando a un adulto famoso. Pero, ¿cuántas  Thelmas hay día a día que no tienen voz?¿Cuántas a lo largo y ancho del país?¿Cuántas en las provincias más conservadoras donde hay otra concepción cultural de las menores?

Hay algo que estamos haciendo mal. Muy mal. El resultado nos juzga. Nuestras hermanas, primas, compañeras, amigas nos cuentan haber vivido situaciones de acoso, violencia y sometimiento que supimos naturalizar y hoy empiezan a rebasar de nuestro vaso agotado, a salirse por las fisuras de nuestros viejos esquemas resquebrajados.

¿Cómo es que no nos agrupamos y, para siempre, decimos 'basta'?
¿Dónde llevamos impresos los paradigmas que nos impiden revisar las afirmaciones más obvias, a rediscutir los roles supuestos y nuestra forma de vincularnos?
¿Cuándo fue que permitimos que las licencias por paternidad sean de dos días, relegando la función paterna y perjudicando el ingreso femenino al mundo laboral?
¿Por qué vemos normal que las mujeres tengan que hacer colas eternas para ir al baño?
¿Qué lugar les permitimos ocupar a ellas en casa, en el club, la escuela, las iglesias?
¿Cómo es que no exigimos que la educación sexual sea lo más amplia posible, para que los encuentros íntimos sean goce pleno y mutuo?

Y que las respuestas transformen la bronca en lucha...


El Coto de Caza: Poder Real en Santa Fe













En un momento nuestro país tenía trenes, la red ferroviaria más extensa del continente, y las estaciones llegaban hasta cada pueblo, y hasta el centro de cada ciudad. La Estación Belgrano y la Estación Mitre albergaban a diario miles de pasajeros.

El Menemismo y nuestra pasividad hicieron pedazos toda vía. El devenir quiso que la Belgrano y la Mitre sean refugios culturales; en cambio Estación Recoleta sea el nombre elegido para homenajear un nuevo shopping. Años más tarde, bien podría llamarse Estación Coto.

La cadena de supermercados de Alfredo Coto llegó a nuestra ciudad hace más de quince años. En sus comienzos, respetó con justeza la ordenanza que impide a grandes superficies comerciales radicarse en Santa Fe - misma norma por la cual Makro y Wal-Mart se encuentran aún retirados del centro de la ciudad. El paso del tiempo le permitió eludir su cumplimiento: amplió su terreno sobre calle San Luis, construyó una segunda planta (ampliando su gama de productos ofrecidos) y demarcó un estacionamiento donde además nos ofrece productos de jardinería y pileta. La connivencia con el Estado Municipal jugó un rol dominante. Sólamente se le exigió que las facturaciones sean de forma separada, como si se tratase de locales diferentes, una burla al sentido común y al espíritu de la normativa.
A su vez, y en territorios nacionales inscritos en la ciudad de Santa Fe, a orillas de puerto, Coto instaló su segundo Megalocal.

Es normal ver en su línea de cajas campañas a beneficio del Hospital de Ramos Mejía, o de algún rincón del conurbano bonaerense, artífices de grandes elusiones de impuestos. Los cajeros son premiados en tanto más donaciones consiguen, e incluso incitados a agregar a mitad de ticket una donación mínima si el cliente no consiente. Es decir, jóvenes laburantes extorsionados para arrancarle una contribución a otro laburante santafesino, y así repartir el beneficio entre un hospital lejano y el ahorro impositivo de un grupo multimillonario.

El 2014 asomó un cambio. La legislatura provincial sancionó la ley 13.441, que intentaba compensar la relación de fuerzas entre las grandes cadenas y los pequeños almacenes. La ley, con gran consenso en todo el arco político, pretendía que durante los días domingo la venta se concentre en los negocios de menor porte, por lo cual los grandes deberían permanecer cerrados un día a la semana. Una manera de beneficiar al comerciante santafesinos 
El debate en la cámara debió adelantarse: Coto obligó a sus empleados más jóvenes a movilizarse a la plaza y contrató colectivos desde Rosario, con una facción de la barra brava de Rosario Central. Afortunadamente, llegaron tarde.
Tras amenazar con el despido de sus más nuevos cajeros, presentaron en conjunto con Jumbo y Carrefour, un recurso de amparo que les permitiera seguir abriendo sus puertas dominicales hasta que la Corte Suprema Provincial definiera la constitucionalidad de la ley. Y hace unos meses, la Justicia le dio la razón demostrando quiénes tienen el poder real en nuestra Provincia.

Ellas querían votar


Hace exactamente cien años, un 6 de febrero de 1918, el parlamento inglés sancionó, en Londres, la ley que permitía votar a las mujeres mayores a 30 años.

Y como tantas veces ocurrió en la historia, los cambios fueron el resultado de una lucha perseverante, que incluyó episodios de inusual violencia para la sociedad europea de la época.

Y el cuerpo lo pusieron ellas.

Los opositores al derecho de voto femenino argumentaban irresponsabilidad y fragilidad emotiva de las mujeres para denegarles el derecho al voto.

La líder de este movimiento, Emmeline Pankhurst convocaba a multitudes en Trafalgar Square. Con el tiempo, y tras ser arrestada once veces, los encuentros se convirtieron más secretos y multitudinarios. Muchas de sus seguidoras, al ser descubiertas, fueron desempleadas de su trabajo y obligadas por sus maridos a dejar el hogar y sus hijos.


El clima de hostilidad fue en ascenso.
Las sufragistas, invisibilizadas por los poderes político-religiosos, comenzaron a hacerse notar: se encadenaban a las vías del tren, rompían buzones del correo y saboteaban líneas eléctricas.

Una de las acciones más impactantes fue el suicidio de la militante Emily Davison, que se lanzó a las patas de un caballo que corría por el rey en en 1913.

Cientos de militantes fueron apresadas y desde la cárcel realizaron una huelga de hambre. Muchas fueron alimentadas a la fuerza, una práctica prohibida por ley, que obligaba a las autoridades a liberar a las prisioneras demasiado débiles. Una vez que se recuperaban un poco eran devueltas a la cárcel.

Sin embargo, fueron necesarios diez años más de lucha para que las mujeres lograran poder votar a los 21, como lo hacían los hombres.

Equipos Chicos


Me encanta ser de un equipo chico,
donde las penas se repiten;
 y los logros son fiesta.

Me gusta enfrentar cada domingo,
sin aires victoriosos,
pero con la ilusión intacta.

Me gusta no salir en las noticias de la tele,
así obligarme a prender la radio;
acercarme a mi viejo, y parecerme al abuelo.

Me gusta ser de un equipo chico,
porque cuando voy a la cancha, conozco al vecino del barrio;
y puedo ir a la popular sin tanto miedo.

Porque cada socio nuevo es una victoria,
cada platea nueva un campeonato;
y gastar al clásico rival, la vuelta al mundo.

Me gusta porque aprendemos desde niños,
que los goles son escasos;
y ensayamos el hermoso desafío de ser felices con lo que tenemos.

Porque nos enseña a soñar y despertar,
a caernos y levantarnos,
una y tantas veces;
y eso se parece mucho a la vida...

Universitarios



Soy Matías Gareli, estudié Ingeniería en Sistemas de la Universidad Tecnológica, y me gradué en 2010. Aunque no le guste al Ministro de Educación, no me reconozco kirchnerista, ni trotskysta; aunque me pregunto si quienes hablan de esa forma habrán leido alguna vez la obra de Trotsky y su lucha.

Nací en Santa Fe, a minutos de la facultad; mientras muchos de mis compañeros dejaron sus ciudades, sus familias y sus amigos. Se hicieron cargo de sus alquileres, de sus pagos, de afrontar con 17 o 18 años una vida casi adulta.

Nunca necesité trabajar; mientras otros contaban sueldos antes que materias, dedicando horas de sus brazos jóvenes para que el arroz se mezcle en la olla.

En 2011 me entregaron el Premio Nacional de Ingeniería; mientras tantos fueron más constantes, tenaces y tosudos que yo, y entregaron esfuerzo sostenido en el tiempo.

Mi tiempo libre era para mis amigos; mientras algunos ya habían formado familia, y estudiar era sólo un hueco entre tamaña responsabilidad.

¿Qué hubiese sido de todos ellos si la educación fuese paga?

La universidad ofrece oportunidades; abre puertas que serían muy difícil de destrabar de otra manera. Ser universitarios no nos pone en un pedestal moral, ni nos hace mejor que nadie. Ser universitarios nos concede la obligación de luchar porque muchos más puedan llegar a la gloriosa angustia  del discernimiento vocacional.

En un mundo competitivo y hostil, la formación sigue siendo el arma más noble para procurarse los anhelos sin dejar la vida en el camino. Con un sistema educativo en crisis, la Universidad Gratuita es una de las pocas herramientas  que garantiza el ascenso social en nuestro país. Y nuestros formadores docentes son los instrumentos de esta emancipación. Semejante rol debería equipararse con sus condiciones de trabajo.  No invertir en su salario y formación es una franca declaración de principios. Y de proyecto de país. ¿Cómo no bancarlos?

Ab ortus


















Quizás me equivoque. Ojalá que el jueves estas líneas hayan sido solamente un presentimiento pesimista, pero creo que no tendremos ley verde esta semana.

¿POR QUÉ?

En febrero de este año, el poder ejecutivo habilitó -impensadamente- la discusión para despenalizar la interrupción del embarazo. En Argentina, habilitar significa no imponer, no requerir del alineamiento de todos los miembros partidarios. "Los legisladores tienen libertad de conciencia para votar según sus convicciones personales", aclaró Mauricio Macri. Es una forma de decir que casi nunca lo pueden hacer, que siempre deben priorizar otros intereses.

El debate propuesto por Cambiemos sorprendió a propios y extraños; hasta que Elisa Carrió puso un manto de claridad: "El presidente permitió la discusión porque le dijeron que el proyecto no salía". Candidatos que se presentan para no asumir, leyes que se exponen para no ser sancionadas. De a poco nos vamos acostumbrando a permanecer anestesiados.

El Gobierno Nacional ha movido nuevamente con astucia y delicadeza las piezas de su ajedrez comunicacional. Fueron seis meses donde se instaló una temática pendiente y postergada. Si el proyecto que decide dar gratuidad y legalidad al aborto no sale, más allá de la creciente conciencia social, habremos asistido a otra jugada duránbarbista siguiendo su caramelo en medio de los meses más turbulentos de la gestión oficial.

Los que deciden saben que la grieta es funcional a todo poder binario. El aborto corta a la sociedad desde la ética, la salud y la religión. Las bases electorales macristas son mayormente conservadoras, así lo refleja también la distribución de sus legisladores. Sería incómodo presentarle a este sector una derrota autogenerada.

Otra forma de explicar el giro feminisita del gobierno radica en la guerra fría con la Santa Sede. Macri le está mostrando los dientes a Francisco, una escenificación de poder, de cosa chiquita, mezquina.

HABLEMOS DE LA LEY

A grandes rasgos, la ley establece que se considera sujeto de derecho a un embrión a partir de la semana catorce. Este tiempo no es caprichoso: está en consonancia con la medida que los países más avanzados en materia de salud han fijado para el inicio de la vida. Por lo tanto, si aún no hay vida, interrumpir el embarazo no puede ser considerado delito. Resulta contracultural aceptarlo para quienes nos formamos con otro molde. Así como les habrá sucedido a los convencidos de la cuadratura de la tierra, a los que sostenían que la mujer no tenía alma, o que la homosexualidad era una enfermedad.

Por otra parte, el texto pretende que el Sistema de salud Argentino de cobertura gratuita a las mujeres que quieran practicarlo. El ministro de Salud de la Nación explicó que el eventual costo del aborto legal resultaría menor que los actuales gastos en que se incurre para salvar un aborto mal practicado.

El proyecto empodera a la mujer, discute la soberanía sobre su cuerpo, hoy denegada. El aborto legal es una forma de igualación social y de género, garantiza derechos y no se desentiende del concepto de vida. Más bien lo contrario, la enmarcar, la redefine, le pone fecha de inicio científica.

Es una ley moderada. Desnaturalicemos lo preestablecido.


Echarle nafta al fuego




Tantas veces escuchamos la disputa entre Mercado Vs. Estado; Estado presente vs. Estado ausente; Estado chico vs. Estado Grande. Nos suena a discusión vieja, a luchas de otros tiempos. Y tenemos razón: son debates que tienen -por lo menos- cincuenta años. Nos cuesta verlo en lo concreto, en lo cotidiano, en lo irrefutable. Hasta que nos topamos con una estación de servicio.

Hasta fines octubre del año 2017, cada vez que la Cámara de Empresarios del Combustible pretendía un aumento en sus precios tenía que presentar al gobierno nacional sus fundamentos: explicar costos, inflación, aumento del barril, hacer lobby. Si bien los aumentos siempre fueron autorizados, la 'burocracia' garantizaba razonabilidad, los aumentos no podían ser excesivos ni frecuentes.

A partir del año pasado, la gestión de Mauricio Macri decidió liberar este mercado, dejando en manos de las petroleras la facultad de fijar precios sin intervención gubernamental. "Soy optimsta y creo que el combustible y el petróleo en el mundo van a volver a bajar...Vamos a ser potencia", afirmó el presidente en ocasión de tal anuncio.

Desde entonces, hace 9 meses, el precio de las naftas aumentó entre un 70% y 100% -según su calidad y octanaje-, lo que representa más del doble de la inflación acumulada en el mismo período.
Mucho antes que el 2018 termine, el Gobierno no pudo cumplir su meta de inflación, precisamente, porque el alza de los combustibles la va empujando hacia arriba, ya que traslada costos a toda la cadena de producción, en todo lo que necesita ser transportado en nuestro país centralista y rutero.
  
Argumentado en el desfase con el dólar, es inminente un nuevo ajuste tarifario. Ya se sabe quiénes lo pagarán. Lo que no se sabe es cómo apagar el fuego inflacionario, pero nunca fue bueno echarle un bidón de nafta.
   

Lo raro sería que nos vaya bien (Segundo Tiempo)

Mucho peor que jugar sin nueve, es jugar cada partido sin dirigentes ni cuerpo técnico que den la talla.

Hace unos cuántos años, el gran Dante Panzeri nos enseñó que 'el fútbol es la dinámica de lo impensado'. Y vaya si tenía razón: las complejidades de un deporte único permiten que adentro de una cancha pueda pasar cualquier cosa. Sin embargo, durante décadas hemos confiado en exceso en el Dios Azar, sin pensar que lo sucede en un campo de juego (por ejemplo, cada 4 años) también puede ser el resultado de las acciones u omisiones que ocurren afuera.
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Sudamérica ha sido históricamente la materia prima del fútbol mundial. Desde hace tiempo, los capitales se concentran en el viejo continente. Los mejores jugadores de cada país actúan en Europa y cada vez que las selecciones nacionales los convoca, deben viajar no menos de 24 horas para jugar dos partidos en cinco días, e incorporar funciones y destrezas muchas veces distintas a las que practican cada fin de semana en sus clubes.

Sin proyectos a largo plazo, que nos alejen de las histerias cotidianas, veremos en cuatro años un nuevo paso el falso. Independientemente de algún resultado, deberíamos preguntarnos qué queremos ser, a qué queremos jugar, cómo lo vamos a lograr. Los nombres aparecerían, entonces, por decantación, por peso propio, por afinidad con la línea definida. No resulta coherente oscilar entre conductores con visiones de juego marcadamente contrarias. Así sucedió en las últimas transiciones: de Sabella a Martino; de Martino a Bauza y de Bauza y Sampaoli.

En los últimos 12 años la Selección Argentina tuvo 8 entrenadores diferentes. Tres mundiales que supimos desperdiciar. De no ser por cuestiones contractuales, el noveno ya sería conocido. Mientras tanto, en el mismo período, Uruguay es conducida por el mismo DT, el Maestro Tabárez.

Dar continuidad a una línea de trabajo no garantiza resultados en sí mismo, pero achica los márgenes de error, da predecibilidad y genera una hiperestructura que contiene a los futbolistas. Paradójicamente, es en este marco donde el jugador puede encontrar sus espacios de libertad donde le corresponde, en el verde césped.

Lo raro sería que nos vaya bien (Primer Tiempo)


Mucho peor que jugar sin nueve, es jugar cada partido sin dirigentes ni cuerpo técnico que den la talla.

Hace unos cuántos años, el gran Dante Panzeri nos enseñó que 'el fútbol es la dinámica de lo impensado'. Y vaya si tenía razón: las complejidades de un deporte único permiten que adentro de una cancha pueda pasar cualquier cosa. Sin embargo, durante décadas hemos confiado en exceso en el Dios Azar, sin pensar que lo sucede en un campo de juego (por ejemplo, cada 4 años) también puede ser el resultado de las acciones u omisiones que ocurren afuera.
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Por más de 35 años, la Asociación del Fútbol Argentino tuvo un rey. Julio Humberto Grondona llegó a la cúspide en tiempos oscuros para nuestro país. Siempre aliado del poder de turno, ejerció sus presidencias con todas las características que un feudo sabe tener: Concentración de facultades, disciplinamiento y discrecionalidad. Creímos, como solemos creer, que sólo su reemplazo alcanzaría para curar nuestras penas.

Desde 2014, la AFA es un hormiguero pateado. Dirigentes que se mueven sin rumbo, telares de alianzas y traiciones, ávidos de una porción mayor de torta. El primer choque con la realidad fue Luis Segura, filmado días antes revendiendo entradas oficiales, olvidado rápidamente cuando el escrutinio definitivo encontró un voto de más en el famoso 38-38 vs. Tinelli. 

Cuando el Gobierno Nacional advirtió que el famoso conductor podía ser un potencial rival para la Casa Rosada, desató una estrategia para que Marcelo Hugo no haga escala en el sillón de calle Viamonte. Armando Perez, la Comisión Normalizadora, la creación de la SuperLiga y el Pacto de Olivos Macri-Moyano desembocaron en la elección de Claudio Chiqui Tapia, un presidente sin preparación para serlo. 

Entre mezquindades e ineptitudes se definen los destinos del fútbol nacional, - y tristemente no solamente el fútbol- lejos de toda formación y meritocracia.  Salvo que en nuestro país, ser 'el yerno de' o 'el hombre de' sean laureles suficientes para tomar decisiones importantes. Y, casi siempre, tomarlas mal. 

Somos perfumes














Hay perfumes que caminan,
desde lejos se los ve,
entre trazas de frescura,
nos envuelve su papel.

Hay perfumes generosos,
dispuestos a combinar,
con las flores de la vida,
su firme peregrinar.

Hay de los que bautizan,
los que hacen renacer,
cada camino empezado,
tiene un perfume en su piel.

Hay aromas que nos llegan,
desde algún otro lugar,
desde otro tiempo,
desde otra sonrisa,
que ya nunca volverá.

Hay olores invasivos,
incapaces de tolerar,
cualquier otra fragancia
que se les pretenda acercar.

Hay estelas que nos buscan,
en las tardes del verano,
alterando los sentidos,
pretendiendo aquellas manos.

¿Hay perfumes de esperanza?
¿Perfumes de seducción?
¿A qué nos huele el futuro?
¿Qué olor tiene su canción?

Un reloj que adelantó 100 años











El reloj astronómico de Praga lleva más de 600 años dando mucho más que la hora.
Allá por 1410, Mikuláš Kadaň -relojero- y Jan Šindel - matemático y astrónomo- diseñaron una obra de vanguardia mundial. Sus acoplamientos concéntricos permiten saber, además del tiempo, los períodos zodiacales y cuántas horas quedan de luz solar en el día.
¿Pero cómo fue posible calcularlo cien años antes de que la corona española confirme que la tierra era redonda?¿Será que Šindel, como tantos científicos contemporáneos, tuvo que callar lo que sabía para no arder en la hoguera católica?
¿Cuántos años y cuántas libertades se han perdido por no desafiar verdades absolutas a los amos de la tierra y el cielo?¿Cuántos más vamos a perder?

2 de Junio

No hace tanto tiempo, un 2 de junio de 1946, los italianos eligieron abandonar los reyes, para convertirse en una república. Parece mentira, pero hoy día muchos de los países que se jactan de su desarrollo tienen todavía sistemas monárquicos. España, Holanda e Inglaterra son ejemplos de sociedades en las que parte de lo recaudado -parte del trabajo de cada ciudadano- va a parar a una familia elegida.
Fundamentados en tradiciones, simbolismos y religiones los herederos viven en palacios suntuosos, viven una vida lujosa a expensas de los aportes de cada trabajador, que tiene que invertir salud para realizarse.
Solemos no encontrar motivos para sentirnos orgullosos de nuestro país. Hoy Italia festeja 72 años de igualdad ante la ley. Nosotros llevamos 202.

GOLPE AL RELATO PROGRESISTA



En estas horas, miles de santafesinos estamos viendo en nuestros recibos, como el gobierno socialista de Miguel Lifschitz nos descuenta un día de paro por reclamar mejores salario y condiciones dignas. Precisamente en estas horas, también, se conmemora en todo el mundo el día del trabajador, en memoria de las luchas obreras que, con el costo de muchas vidas lograron fijar la jornada laboral en ocho horas.

No lo esperábamos de un gobierno progresista, que hace diez años impulsó la ley de paritarias. No lo esperábamos de un gobierno que hace bandera de los derechos sociales. No esperábamos esta punición, para quienes decidimos decirle no a una propuesta, a todas luces insuficiente, a tal punto que fue corregida, semanas después, para estatales, docentes y municipales.

Cuando un sindicato determina una medida de fuerza y la comunica al Ministerio de Trabajo, éste puede activar diferentes mecanismos formales para disuadir la protesta. El más conocido es la conciliación obligatoria. Nada de ésto ocurrió antes del 4 de abril, cuando miles de santafesinos decidieron salir a la calle, a pesar de todos los amedrantamientos recibidos. Y aquí radica la ilegalidad del descuento: la medida, como tantas otras, fue anunciada y el gobierno no activó las herramientas que la ley prevé para frenarlo. Por lo tanto, el paro no puede considerarse falta injustificada, tal como lo anuncia el recibo.

No lo esperábamos de un gobierno socialista, que hace alarde de su sensibilidad y solidaridad. Retenerle haberes a los trabajadores es más que un golpe bajo. Muchos de los perjudicados no llegan este mes a cobrar el nuevo salario mínimo garantizado. Además, el criterio empleado para los descuentos es absurdamente discrecional. Quienes no cuentan con sistema de fichaje en sus lugares de trabajo, fueron marcados en función de su pertenencia gremial. Es decir, hay personas que fueron a trabajar y reciben el descuento de todas formas.

Sin embargo, lo más grave es el legado, el efecto de la medida. Descontar un día de paro adoctrina y alecciona; busca desalentar fuertes luchas laborales en un contexto que seguramente las necesitará. Así, resulta desacertada la estrategia de los que acompañaron la propuesta original del gobierno, celebrando este descuento. Lo que hoy puede leerse como un guiño del poder ejecutivo, mañana se transforma en un arma coercitiva.

Así lo entendía una enfermera que, cobrando $17.000, viene bregando junto a sus compañeros por más seguridad en los hospitales cuando el sol cae. Se preguntaba y nos preguntaba cómo iba a conseguir fuerzas para un plan de acción si primero no estábamos todos de acuerdo en que lo que estamos viviendo representa un atropello a nuestros derechos laborales.

6 kilos, 2 decretos y 20.000 personas



La provincia de Santa Fe vive días históricos. Por primera vez, en diez años, el gobierno intenta cerrar el ajuste salarial sin el acuerdo paritario de todos los gremios. Precisamente, el partido que impulsó esta ley, allá por 2008, hoy vuelve sobre sus pasos.

Los docentes y estatales recibieron una propuesta similar: Más allá del mediático anuncio de un 18%, el aumento real no alcanza al 17%, ya que incluye como parte del mismo el importe recibido en concepto de cláusula gatillo 2017. La división de este importe en tramos (Marzo - 7,7% y Septiembre - 9%) y la forma engañosa de presentarla generaron el rechazo casi inmediato. Con esta disposición, el aumento en promedio, no llegará al 12% en 2018. En consonanza con el pacto fiscal firmado, la propuesta no dista demasiado de las expectativas del gobierno nacional. Basta tener en cuenta que la inflación en Santa Fe superó en más de un punto a la media nacional el año pasado.

No sólo representa un retroceso respecto a anteriores propuestas de la misma gestión, sino también un giro en la forma de relacionarse con el poder gremial.
Al estilo Prat Gay, el gobernador aseguró que los maestros estaban peleando por 6 kilos de pan, y que los dirigentes sindicales no entienden la realidad del país. Nunca es buen síntoma elegir discursivamente como enemigos a los docentes. Lo han hecho kirchneristas, macristas y desde esta semana, socialistas. El capitalismo en su versión posmoderna no guarda buena reputación para las clases asalariadas.

Para sorpresa de propios y extraños, el frente progresista que encabeza Miguel Lifschitz anunció el descuento para los agentes que se adhieren a las medidas de fuerza y, en consonancia con los gremios que aceptaron la propuesta salarial, dedicó su esfuerzo a romper el paro.

La gestión provincial vuelve a tener la pelota de su lado. En unos días se verá si elige redoblar la apuesta o reencausar el diálogo paritario que alguna vez supo construir. Ayer fue el turno de los trabajadores, esta vez sin los municipales -arribaron a un 18% real en su recomposición-, que pusieron la dignidad por delante del miedo y el amedrantamiento, y dijeron presente por veinte mil, parando y movilizando toda la provincia.