Camino a Melmac





Duerme el aire en el balcón,
seduciendo a alguna luna;
amanece en una cama,
se despierta en tu estrechez.

Agradezco tu sonrisa temprana,
que agradece mi caricia;
caminar juntos a Melmac,
colorear el corazón.

Y si te cierran la comida rápida a las doce,
si las pastas no salen en enero;
yo te espero a cenar,
un domingo, en el piso tres

Terciopelo que te envuelve,
que sostiene tus ojos de miel,
se levanta tu mirada
desafiante en el sillón.

Tu verano que no calla
sus perfumes inquietos;
un aro y un rasguño
con olor a libertad

Y si la lluvia no se atreve a interrumpir tu sueño;
Si tres flechas se dispararon en cada abrazo
yo te espero a cenar,
un domingo, en el piso tres

Y si tus hombros naufragan perfectos,
dos anticipos de tu desnudez;
si a cuentagotas pasa este tiempo,
yo te espero un domingo, en el piso tres.

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