Te llamaré domingo

















La tarde irá desarmando su forma,
mi ansiedad haciéndose un lugar.
las penas y los ombligos, de a poco, se cicatrizarán.

El lugar se inundará con sahumerios intensos,
llenaré la heladera con té frío;
gastaré las palabras y las esponjas nuevas;
y abrirás las puertas con tu llave maestra.

Las ilusiones dibujaré con tus colores
Inventaré arroz holandés,
mezclando cerveza con arvejas,
combinando tus ojos con los míos.

Y cuando ya no te diga que estás linda,
ni te pregunte si ya lo había dicho.
buscaré, inútilmente,
reconocerte en otras miradas.
Y en cada insomnio te daré la razón, y una poesía.

Y cuando nos quedemos sin internet,
nuestras canciones ya no suenen
y Almúdena no tenga más hojas para contar,
cambiaré tu nombre,
y te llamaré domingo.

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