Apalabrados


En Brasil

se puede preguntar ¿Qué horas son?.

Los novios están necesariamente namorados.

Estar enamorado significa estar apaixonado

y algo que está demais, no está claramente de más.

No es un error hablar con artículos delante de sustantivos propios, 

por lo que  El Gustavo y La María son siempre bienvenidos.

En Brasil, es más fácil que el amor sea un puente,

porque puente es femenino.


En el idioma Alemán, 

existieron desde siempre 

palabras que no se autoperciben dentro del
sexismo binario.

La luna y el sol siguen encandilados uno por la otra.

Mientras ella ilumina los días, 

las poetisas y los poetas noctámbulos le escriben a Der Mond,

siempre seductor entre cráteres y bigotes.


La letra jota, tal como la conocemos y pronunciamos

no existía antes de que los árabes la impregnen en España.

También en la gran mayoría de palabras que comienzan con la raíz Al-

sobreviven los musulmanes expulsados de su patria hace cinco siglos.


Un'estate italiana

fue escrita para todos los tiempos.

Los sueños de una generación, 

condensados en el sentimiento más trivial y profundo,

resumidos en una sinfonía con esquirlas de guerra fría.

Un canto utópico y nostálgico 

no podría haberse nunca compuesto en los años noventa

si el verano fuera masculino para los italianos.


Quizás cuando nos fue concedido por un Dios

el derecho a nombrar las cosas,

creímos que esto nos hacía dueños

de las cosas y también de las palabras.

Quizás ignoramos que éstas nos anteceden.

Quizás Dios tenga algo que ver con las palabras.


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