Mariposa de invierno
Caminabas de prisa,
renovando el incienso;
los relojes puntuales
nunca fueron tu acento
Mi palabra, tu risa: magia de los encuentros;
aires verdes soplaban, empujaban lo nuevo,
alma inquieta y sorora, cuna de los misterios;
un dolor y un Lacán te llevaban tan dentro.
Remolino de dudas,
Mariposa de invierno,
no recortes tus alas
porque nada es tan serio.
Añoradas se quedan
las infancias perdidas;
la quietud de los sueños
que se quede dormida
No le cuentes a nadie el secreto del tiempo,
permanezcan ocultos los licores del viento;
yo prefiero saber que me abrazan tus ojos,
y la redondez de tus hombros perfectos
Nubarrones de angustias
Mariposa de invierno,
no detengas tu vuelo
lo que no sobra es tiempo.
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