26 de junio

Esa tarde no estaba en el Chateau. Mi viejo había sacado el viejo televisor 20’’ de su habitación -el único que había en la casa- y lo cruzó de frente al comedor. Fue el primer partido que recuerdo vivido con nervios. A pesar de mis siete años recién cumplidos, no podía dejar de ir al baño.

Desazón. Esa es la palabra. Conocí su significado ese día. Hace un tiempo, en el departamento donde vivo, mi reloj de pared se quedó sin pilas. Me pareció un homenaje a ese dolor temprano dejarlo clavado en las 14:30, como marca el cartel electrónico en la foto. 

Últimamente podría haberlo actualizado a las 17 hs, cuando cuarenta mil llorábamos de emoción en Paraguay, o a las 21 cuando Pitana dijo que éramos campeones por primera vez. Pero prefiero no olvidarme de ese veintiséis de junio, para seguir recordando que las derrotas son los verdaderos aprendizajes, y no olvidar nuestros sufridos puntos de partida.

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